Bievenidos a 2 Cuaimas y 1 Bicho, espacio que no pretende darle solución mágica a los males que surgen en la cama, pero sí arrojar luces sobre un tema que pocos hablan, pero todos conocen.

domingo, 7 de marzo de 2010

“Y si huelo mal y no le gusta”


“Mi pareja y yo hemos hecho casi de todo en la cama, digo casi, porque no he dejado que me practique el sexo oral. Obviamente no se lo digo abiertamente, sino que cuando le veo las intenciones me invento la manera de desviar su atención, incluso, yo sí se lo hago a él”.

La razón de la conducta de esta fémina de 25 años de edad que escribió al correo electrónico 2cuaimas1bicho@diariolareg
ion.net, de nombre Zoraida Guerrero, es que no está segura con sus olores íntimos. “Aunque soy sumamente aseada, en medio de la excitación se lubrica y eso tiene un olor particular y me da miedo que eso lo aleje, pero a la vez temo que se fastidie y me pregunte de frente por qué lo evado ¿Qué hago?”

Anaconda

Para disfrutar plenamente los encuentros sexuales debes dejar los complejos y miedos guardados en la gaveta o lanzarlos justo en el momento que “vuela” la ropa interior. Si comentas que eres muy aseada no veo el problema de que te abras a esta práctica tan normal en toda pareja estable que le ha dado la bienvenida al siglo XXI.

Si fuera que estás llegando del gimnasio toda sudada tras una jornada laboral y el hombre se pone candente sin dejar si quiera que tomes una ducha caliente, te daría toda la razón, pero si estás recién bañada, perfumada y lista para la acción ¿Por qué cortarle la inspiración al bicho? Esos olores que se emanan producto de la excitación lo encienden más a ellos; que en cambio se desaniman cuando se sienten rechazados si van con la intención de llevarte a la gloria y tú lo “desvías” de su objetivo, no una sino cada vez que lo intenta (que imagino que es con bastante frecuencia, como para que optaras por escribirnos en busca de una solución).

Si no has tenido problemas reales con tu “departamento de olores” producto, por ejemplo de alguna infección vaginal (lo que implicaría una visita a tu ginecólogo), no veo por qué te cierras a esta posibilidad denominada por algunas cuaimas como “una experiencia religiosa”.

Además de privarte de la práctica en sí, ese miedo te lleva a estar tensa en cada encuentro, pensando cómo hacer para que el hombre no baje a tu “cofrecito del amor”, lo que evidentemente deviene en que nos disfrutes al 100% la relación, situación que después de un tiempo él notará, y optará por hacerse el loco o preguntarte que está pasando.

Ellos también lubrican y eso no los lleva a inhibirse de tener sexo; además, tu le has practicado el oral y no te has quejado de su olor; y si él insiste en hacértelo es porque le gustas, ni gafo que fuera para bajar si percibe algún mal olor o signo de que algo está mal allá abajo.

Te invito a que estés más segura de ti misma, pues eso que a ti te asusta tanto, a ellos los enloquece y hace que te lleven al cielo en fracción de segundos, así que no digas que no si no lo has probado.

Boa Constrictor

Antes de una cita (que podría terminar con un plácido encuentro sexual), las cuaimas nos esmeramos en el peinado, la ropa que vamos a llevar puesta, incluso ensayamos en el espejo los gestos y las poses que puedan resultar más seductoras.

Dentro de todo este ritual preparatorio, el aseo y el perfume juegan un papel relevante, y es que el olor que emanamos puede ser un elemento de gran atracción o rechazo.

No creo que sea muy cómodo para ningún bicho o para alguna cuaima que justo en el momento en que sus cuerpos se encuentran para el punto máximo del placer se desprendan olores no muy soportables de esas zonas.

Debes tener claro que todos los genitales -tanto masculino como femenino- tienen un olor característico, si el tuyo no es soportable debes acudir al médico para que estudie la causa.

Para sentirte más segura lo recomendable es que recurras a productos de aseo personas, especiales para la zona intima de la mujer. Actualmente en el mercado hay decenas de estos jabones neutros que no irritan.

Eso si, sin obsesionarse pues conozco casos de muchas cuaimas que se hacen lavados vaginales tan frecuentes que acaban alterando el PH vaginal, bajando sus defensas y desprotegiéndose de posibles infecciones. Al final el remedio termina siendo peor que le enfermedad.

Y no creas que eres la única que se preocupa por como huele. Cientos de mujeres se muestran inhibidas sexualmente por la misma causa, dejando de disfrutar en la cama por temor a su olor y descartan de sus prácticas sexuales habituales el sexo oral.

Bicho

Lo que para ti es un problema, para muchos otros es fuente de inspiración. Recientemente, tras recibir el mail de quien hoy nos escribe, planteé esta “problemática” -para esta chica- a un grupo de amigos con los que suelo conversar sobre los temas a tratar en esta página.

La totalidad de los chicos estuvimos de acuerdo con que el olor de los genitales de una chica -previo aseo- es fuente de inspiración en el juego previo al sexo. Ellas -mis amigas- opinan lo mismo, creen que un chico “huele realmente a hombre” cuando esta sudado.

Nada más cerca de la realidad. Según un estudio realizado por la Dra. Ingelore Ebberfeld de la Universidad de Bremen-Alemania los olores corporales son poderosos estimulantes sexuales. Preguntó a 432 participantes cómo influían los olores propios y de sus parejas en la calidad de sus relaciones íntimas, encontrando que prácticamente la mitad de los encuestados se excitaban sexualmente con el “aroma” particular de sus compañeros.

Los dos aromas más estimulantes para los dos géneros resultaron ser -según el referido estudio- el “olor corporal sin perfume” y el “olor corporal con perfume”. Un dato curioso es que el 26% de las cuaimas nombraron el “olor corporal después del coito” como el tercero de los más excitantes, mientras que el 43,4% de los hombres otorgó el tercer puesto al “olor de los genitales”.

OJO, esto no quiere decir que como los aromas de planta baja provocan efectos eróticos, vamos a descuidar la higiene diaria. En conclusión y tras sondear la opinión de amigos y especialistas, es un hecho que nuestra particular “fragancia” puede adquirir connotaciones fetichistas, asociando determinados aromas corporales (pelo, piel, genitales) a sensaciones de placer casi de forma inmediata, haciendo de ellos estímulos sexuales de alta carga erótica. Así que dejémosno arrastrar a dónde el corazón (o el olor) nos lleve…!

Habla la experta
Ten seguridad en ti misma, en lo que eres y en lo que quieres. Si no te sientes segura por el olor que enama tus genitales existen lubricantes con olores y sabores, que te ayudan a mantener un olor agradable, otra recomendación son las cremas con aromas que también te ayudaran en tu caso.

Yijhan López Zambrano
Psicólogo Clínico.
telf: 04141172875.
Clínica Guaicaipuro.

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