Así lo escribió Verónica P., de 31 años de edad, al correo electrónico 2cuaimas1bicho@diariolareg
Anaconda
Misterio. Esa es la palabra que me viene a la mente cada vez que hay que analizar la conducta de esos bichos raros llamados hombres, que suelen entrar en pánico cuando las mujeres pronuncian la temida frase “estoy embarazada”.
En tu caso particular Verónica, me extraña, porque según lo describes fue una decisión conjunta, así que debería estar feliz, y aunque conozco a sujetos a quienes la barriga no le despierta ni un mal pensamiento (aunque ni se note la pancita el primer mes), el hecho de que no te haya tocado desde que inició la gestación y ya el bebé nació, pasó el tiempo prudencial y nada, es preocupante. Antes de que comiences a armar la novela en tu cabeza, y en todas las opciones resultes culpable porque tuviste la desfachatez de engordar para complacerlo con el fruto más sagrado de una relación, reflexiona en qué momento comenzó a alejarse sexualmente. Si fue cuando te vio con los nada coquetos pero prácticos pantalones maternales, sin una gota de maquillaje y despeinada, entonces debes evaluar tu aspecto actual, porque te está viendo como la madre de su hijo, pero no como su mujer y amante. El embarazo y las relaciones de pareja son un tema, pues hay féminas, que entregadas al nuevo rol, descuidan su aspecto personal y dejan relegado a un quinto plano a su esposo, así que aprovecha un día para consentirte en la peluquería, prepara una cena, y cuando duerma el bebé o tu madre se compadezca y te lo cuide por una noche, aprovecha para tu iniciar la sesión ardiente, así sea de una hora.
No te quedes esperando a que él actúe, pues quizás está asumiendo que como estás recién dada a luz, no quieres ni que te mire, así que toma las riendas de la situación, y así como tomas agua cuando tienes sed; ten sexo cuando tu cuerpo te lo pide; si aún así el hombre se resiste, si deberás tener una seria conversación, pues una tercera persona podría estar causando la interferencia.
Boa Constrictor
Coincido con mi colega “Anaconda”, pues los hombres se han convertido en seres más misteriosos que nosotras mismas. Entenderlos es casi imposible.
Es lógico que quizás durante el embarazo sintió un poco de miedo, pues queda siempre claro que los bichos suelen ser un poco cobardes y le daba miedo lastimarte a tí y al bebé. Aunque conozco a algunos que consideran una mujer embarazada sumamente atractiva sexualmente.
Estoy -por experiencia propia- convencida de que los hombres son capaces de mentir hasta delante de una cruz, así que deberías de hablar con él, tal como indicó Anaconda, no sea que unas faldas le estén pasando por el frente, o peor aún, tengan rato “pasándole”.
Otra razón podría ser fisiológica y también debes conversarla con tu bicho, uno de los factores que determina la vida sexual de la progenitora después de dar a luz es el tipo de parto al que se sometió. Si fue vaginal, posiblemente pensará que estás adolorida por la episiotomía y se puede presentar un riesgo en la zona erógena, ya que mientras se cierra la herida (cuarenta días de cicatrización), el contacto con el semén repercute en la aparición de infecciones.
Otra cosa que hay que tener en cuenta es que es normal, después de dar a luz, padecer una reducción en los niveles de estrógeno, cosa que comúnmente trae como consecuencia sequedad vaginal, la cual puede durar hasta seis semanas. Ésto podría provocar malestares cuando estuviera manteniendo relaciones sexuales, en cuyo caso debería tratar de usar lubricantes vaginales a base de agua.
Ya sabes Verónica, habla con él, pongan las cosas claras y así serán mucho más felices. Disfruten.
Bicho
Y dale con la bendita frase “será que tiene otra”. Quien ha dicho que sólo las mujeres tienen derecho a perder el apetito sexual durante o después del embarazo. Tu esposo puede tener dudas sobre cuándo es el momento indicado, tomando en cuenta que es un padre primerizo, o simplemente no tener ganas.
Es que acaso sólo las cuaimas tienen derecho a no querer, a sentir temor por resultar lastimadas o a sentirse cohibidas por la llegada del nuevo bebé. Creo que te estás ahogando en un vaso de agua.
La mayoría de los casos -antes o después del parto- somos nosotros los que debemos esperar semanas y meses, hasta que ustedes se sienten seguras para volver a tener sexo.
Según las estadísticas, de la semana cinco a la siete después del parto, tan sólo 50% de las mujeres han tenido relaciones sexuales. Las principales razones, son: dolor, sangrado, fatiga e incomodidad relacionadas con la falta de lubricación, junto con los bajos niveles de estrógenos del postparto.
Me uno a la recomendación de las cuaimas: habla con el hombre, hazle saber que tu quieres y verás como la cosa cambia. En cuanto a tus dudas sobre si él tiene o no otra mujer, no pienso gastar caracteres de esta columna defendiendo al bicho, pues estoy convencido que para ustedes -las mujeres- la “idea” de que le están poniendo los cuernos las hace felices.
Habla la experta Muchas mujeres pasan por esta experiencia. Generalmente todo marcha bien los primeros meses de embarazo, pero cuando el crecimiento de la barriga es evidente, muchos son los hombres que comienzan a alejarse porque sienten un miedo real de lastimar a la criatura y a la madre; por lo que hay que guiarlos y explicarles que siempre y cuando se haga con amor, pero sobretodo con delicadeza, no habrá problema.
La recomendación, ya para un futuro embarazo, es que involucres a tu pareja en el proceso de gestación, dile que te aplique crema en la panza, dile cuanto lo quieres, que sienta al bebe y le hable; explÍcale que si tu embarazo no tiene complicaciones, el sexo le hace bien para su desarrollo, y para que esté aún más seguro, que vaya con tu ginecóloga para que se lo explique.
María Milagros
Johana Rodríguez (Anaconda) / Pola Del Giudice(Boa Constrictor) / Daniel Murolo (Bicho)
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