Bievenidos a 2 Cuaimas y 1 Bicho, espacio que no pretende darle solución mágica a los males que surgen en la cama, pero sí arrojar luces sobre un tema que pocos hablan, pero todos conocen.

domingo, 7 de marzo de 2010

“Mi novia quiere encrocharme, pero yo me niego rotundamente”

“Mi cuaima es súper ardiente en la cama, y se la pasa inventando cosas para no aburrirnos. En estos días estábamos viendo un programa sobre sexualidad en el cual decían que el punto G de los hombres está en el ano, y desde entonces, quiere hacerme sentir placer por esa vía; pero macho que se respeta no quiere que se metan con esa área”. Así lo escribió Jorge M., de 26 años al correo electrónico 2cuaimas1bicho@diariolaregion.net, quien quiere hacer entender a su chica que no hay manera de que acceda a su petición, sin que ella se sienta menospreciada.

Anaconda

Tan malotes que se la dan, y cuando de innovaciones en la cama se trata, son más pacatos que las chicas. Tengo amigos que ni siquiera dejan que sus novias le den nalgadas; pues les parece sospechoso; pero bastante que se le vio gozando a un actor cuando le introdujeron a “pulgarcito” y estaba con “tremenda hembra”, como califican a la actriz que protagonizó el vídeo.

Cuando a ustedes se les ocurre experimentar las posiciones que ven en las películas porno que alquilan, las chicas, pese a sus miedos y adversiones, acceden y ponen su mejor cara de “eres lo mejor que me ha pasado en la existencia”, aunque por su mente esté contando los minutos para terminar la faena que lejos de causarle placer, le genera incomodidad, pues se centra en que él goce, pese a que está incómoda porque el tipo la hala del cabello, como lo vio en TV (sólo que allí lo acarician suavemente y hace que parezca violento; mientras que en la realidad casi te dejan calva de los jalones de algunos bichos sueltos en este planeta).

Deja la tensión, y no te niegues por completo a la idea, pues si allí está el punto G, puedes llegar a una explosión de placer si dejas que tu pareja explore el área; total, eso va a quedar entre ustedes dos (a menos que de ociosos se graben y la cinta termine en manos inescrupulosas que la monten en Internet; máximo, porque tampoco es que son famosos como para que los buhoneros comercialicen el producto casero).

Si después de acceder, sigues sudando frío y estás tenso y no disfrutas nada; entonces ella entenderá que se intentó pero no gustó; pero si te niegas de una buena vez, sin más argumentos que “no lo he probado, pero no me gusta”, probablemente tu novia se aburrirá y buscará a alguien más osado; pues hablas de lo ardiente que es en la cama. Así pues mi querido Jorge, “open your mind”, y como dije en otra oportunidad, no digas que no si no has probado.

Boa Constrictor

Creo que en una relación sexual debe haber mutua confianza para todo. Si algo que a mi me resulta placentero pero a mi pareja no, entonces estaría siendo egoísta y a la inversa, por lo que hay que abrirse a la comunicación.

En cuanto a lo del dedo, es cuestión de cómo te sientas como hombre, si es algo que no quieres ni siquiera experimentar pues dile que no y ya, te debe respetar tu decisión.

Pero por otra parte, si realmente es algo que quieres experimentar pero no te atreves porque piensas que te harás “gay”, eso es una total mentira.

Digo, la homosexualidad no es algo que esté determinado por si te gusta que te “encrochen”, pues si tienes miedo puede ser que en el fondo tu “machismo” no te deje reconocer que sentirías inmenso placer con eso.
Así que si estás seguro de tu sexualidad y realmente te gusta la idea, pues dile a tu pareja que te dé tiempo de pensarlo y hasta que estés seguro de que quieres hacerlo, hazlo.

Jorge, recuerda que una de las reglas principales del sexo es conversar, y si alguien se siente a gusto pues no queda más que complacer a la pareja. No tiene nada de malo pero si tu no quieres permitírselo, dile que no estás preparado para esto.

Son deseos naturales, pero como son poco comunes se pueden llegar a tomar a mal. Pero si tu novia quiere no la dejes con las ganas, será algo de complacencia mutua. Luego tu podrás hacerle o pedirle otras cositas.

Bicho

Que levanten la mano aquellos que alguna vez se han dejado jorungar la retaguardia. Estoy seguro que ni de bromita la levantarán. Nos depilamos el pecho, lucimos interiores de marca, levantamos pesas en el gimnasio para parecernos a lo que anuncian por la tele, y sobre todo somos muy machos.

La frase "mi trasero -por no utilizar la palabra coloquial- es una vía de sentido único" es la bandera de los tipos más duros, los que hablan engolando la voz, los que sólo dan la mano a los amigos porque aquello del abrazo y el beso -tradición en otros países- es medio mariposón.

La mayoría pasa por la vida sin acercarse al ano, y los que lo hacen se llevan el secreto a la tumba, no vaya a ser que alguien se entere y vaya diciendo por ahí que uno es “agujita” o que es gay.

El caso que nos envió Jorge es súper común. Si se quieren reír horas, busquen información en internet y gozaran un mundo leyendo los foros que sobre el tema abundan. Al parecer, algunas cuaimas -por no decir todas- se han empeñado en algún momento de sus vidas en jorungar a sus novios, esposos o amigos con derecho.

Qué le puedo decir a Jorge, pues nada, que es decisión suya probar o quedarse con la curiosidad el resto de su vida. Lo que si te recuerdo es que el ano, a diferencia de la vagina y de Shell, no fabrica su propio lubricante. Este pequeño inconveniente se puede suplir con la vaselina de toda la vida que venden en las farmacias.

Cuando en 1945 Albert Einstein publicó la Teoría de la Relatividad General, declaró a los asistentes: "Ahora sólo me queda montar en globo y que me metan un dedo por el c...". Al globo sólo se subió una vez. Bichos, yo ya he cumplido con mi parte en esta columna; ahora queda todo en sus manos. Por cierto, aclaro: ni me he montado en globo ni me han enchufado nunca por la puerta de atrás, por ahora.

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