“De muerte lenta me pareció el comentario, Acabábamos de hacer el amor y yo me sentía tan segura de mi desempeño que decidí preguntarle qué le había parecido, y el hombre me ha respondido ´está bien, pero hay que mejorar´. Solo le faltó darme un par de palmadas en la espalda”.
Este es el relato de Victoria Soublette, de 22 años de edad, vecina del Área Metropolitana, quien después de escuchar esa frase de labios de su amado se siente cohibida con su pareja y se ha “obsesionado”, según sus propias palabras, por aprender nuevas posiciones y movimientos; todo para complacer a su chico y convencerlo de que en la cama no hay nadie mejor que ella.
Anaconda
Dicen por allí que el que pregunta quiere respuestas. Por duro que parezca, es mejor saber dónde estás parada, qué le gusta a tu pareja y que no, para hacer los cambios necesarios; en vez de quedarse estancada en una situación que a la larga puede aburrir e incluso ser causal de separación; pues está científicamente comprobado que el sexo ocupa un lugar importante en toda relación sentimental.
En vez de quedarte “pegada” pensando que el próximo encuentro va a ser peor, debes enfocarte, primero, en sentirte cómoda contigo misma y sincerarte en cuánto estás gozando tú, pues la idea es que ambos disfruten de los encuentros candentes.
Aunque leer siempre ayuda, es bueno que vayas explorando y descubriendo qué eriza su piel, que hace que tenga una explosión de placer que lo deje jadeante y sudado a tu lado; pero que a la vez te satisfaga a ti, pues recuerda: primero y último tú.
También es importante compartir esta experiencia con alguna amiga cercana, y descubrirás que tu caso está lejos de ser el único, y más de una pasa el día pensando cómo dejar con los ojos en blanco a su chico; lo que resulta más fácil de lo que crees si te dedicas a disfrutar el momento y seguir tus instintos carnales. Cuando apliques estos simples consejos no tendrás si quiera que preguntar, porque su cuerpo te lo dirá todo.
Boa Constrictor
En la entrega anterior afirmamos que la comunicación era pieza clave de toda relación, también pasa por el sexo.
Habla con tú pareja, comentense que les gusta y también lo que les desagrada. Cedan a la hora de dar y recibir placer, experimentar con la aprobación de ambos siempre suele ser una grata y placentera experiencia.
Al comienzo de toda relación existen las dudas sobre qué hacer, pero ellas solo se disipan hablandolas no te llegarán los consejos del cielo, pregunten!
Si una pareja puede hablar abiertamente sobre sus fantasías, sus deseos sexuales, el 50% del camino ya está recorrido. Comenta tu posición sexual favorita o su modo, pero recuerdes esto hay dos diferentes universos, y tal vez el suyo no es agradable para él otro, trate de encontrar un punto en común. Tal vez ya sea tiempo de preguntarle a su pareja si está verdaderamente satisfecha con sus relaciones, y de averiguar qué es lo usted podría hacer para satisfacerla.
Muchas mujeres nunca han experimentado un orgasmo, en gran parte por el miedo que tienen de comunicárselos a sus parejas.
Mujer, cuando estés en una relación sexual concéntrate en eso solamente, olvidense de celulitis, kilitos de más. él no se está fijando en eso. El “me siento fea” no les deja concentrarse.
Para mejorar la sexualidad hay que ser creativos: la pareja no debe tener miedo a reinventarse y experimentar nuevas alternativas, incorporar juguetes, ropa intima atractiva, lubricantes, entre otros elementos sexuales mejoran la energía y permiten dar placer a los sentidos
Bicho
Dejemos la habladera: no existe una receta escrita con fuego que nos convierta en buenos amantes. Estamos cansados de escuchar que la satisfacción sexual nada tiene que ver con el número de polvos sino con la calidad de ellos, y es muy cierto.Pero debemos recordar, tener bien claro, que hay un gran abismo de diferencia entre los conceptos que tenemos los hombres y las mujeres frente a este tema.
Admito: nosotros tenemos una concepción del sexo más carnal y ambiciosa. Ellas, aunque esa visión no las disgusta, sin embargo no pueden evitar ligar ese placer a lo pausado y a lo afectivo, de allí la tipica pregunta después del polvo: ¿papi tu me quieres?.
Sea como sea, tanto para nosotros como para ellas un buen amante siempre debe interesarse porque su pareja disfrute y para ello necesita conocer aspectos mínimos de la fisiología humana, sobre todo lo que tiene que ver con la forma como reacciona, se comporta y se conecta el departamento inferior del cuerpo.
Todos deberíamos saber, por ejemplo, que nosotros podemos acostarnos todos los días y disfrutar al máximo nuestros polvos si así lo queremos, ellas no; tanto la predisposición al aquello, como su disfrute, están ligados, en su caso, a ciclos hormonales.
En otras palabras, hay días en que amanecen tan “emocionadas, ganosas, calientes,” que, por barrigones que sean, acaban viendo a sus chicos saliendo del baño igualitos a Brad Pitt en la película Troya. En cambio, hay otros días en que les resulta más erótico hacer fila en el banco que amanecer al lado de nosotros.
Para que tomen nota los “bichos” diré que sería preferible que las dejemos tranquilitas después de que ovulen, eso quiere decir que si deciden arrimarseles, lo hagan a riesgo de pasar un mal rato. Por experiencia personal lo mejor es que no insistan. Comprender eso ya les permite sumar puntos para convertirse en buenos amantes.
Otra regla de oro -ojo desde mi humilde opinión- de los buenos amantes, hombres y mujeres, es dejar el afán y saborear cada paso, lo que implica concentrarse en lo que se está, sin aceptar interrupciones: hacer las cosas 'entrada por salida' genera frustración.
Desde mi punto de vista la pregunta: ¿qué te parecio el polvo? está demás, pues cada día es diferentes y así como un día estamos que nos hacemos el amor nosotros mismo, hay otros que no queremos ni escuchar hablar del tema.
Como lo digo todo los domingos, pongalnle morbo a la cosa, pues he aprendido que con él es posible lograr “super polvos” así ellas no sean unas gatas sexy y nosotros lo tengamos cortico.
Habla el especialista
Son muchos los factores que influyen en el deseo sexual masculino y femenino; sin embargo tenemos una creencia acerca de que el hombre posee más deseo sexual que la mujer; ya que este frecuentemente exige mayor cantidad de relaciones sexuales, la mujer es mas reprimida y muchas veces evita exigirlo por temor de ser juzgada por su pareja, al igual que muchos hombres no admiten tener bajo deseo sexual. El hombre desde su adolescencia vive siendo reforzado sexualmente con mucha frecuencia le permiten ver pornografía y sus padres hablan con más confianza del tema sexual, a diferencia de las mujeres a las que reprimen y en la mayoría de los casos no les permiten ver pornografía y hablan escasas veces acerca de la sexualidad.
Cuando somos rechazados sexualmente por nuestra pareja buscamos respuestas para entender ese rechazo, pensamos que puede ser por: falta de tiempo, cansancio, malestar físico, entre otros. Lo importante es que tú como pareja aprendas a discriminar y aclarar a que se debe la conducta, si el rechazo es paulatino, o si solo ha sucedido escasas veces. Debes preguntarle a tu pareja que es lo que siente, que le sucede; ya que una de las principales causas del rechazo es por la falta de interés, esto sucede cuando el amor y la atracción se terminan y el deseo desaparece. Otra de las causas es la rutina, la falta de estímulos, el resentimiento, si han tenido algún problema que él no haya podido superar y como consecuencia ha perdido el deseo sexual. También puede ser por problemas sexuales, de erección o de eyaculación, que lo limitan a tener relaciones por miedo al fracaso.
Lo apropiado es que tu cambies tu manera de iniciar las relaciones sexuales, trates de integrar otros estímulos, habla con tu pareja acerca de que es lo que le gusta y traten de compenetrarse integrando las preferencias de ambos y si el problema persiste lo mas recomendado es que busques la ayuda de un profesional en el área de la sexología.
Yijhan López Zambrano
Psicologo Clinico
telf: 04141172875
Clinica Guaicaipuro
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