“Quiero regalarle la mejor noche de su vida el Día de los Enamorados”

“Este es el primer 14 de febrero que vamos a celebrar juntos y deseo darle una noche inolvidable; que lo que haga es hablar y hablar de eso por varios meses con sus amigas; sin embargo, no se me ocurre nada debido a que los padres de mi novia son muy estrictos con la hora de llegada a su casa, lo que quiere decir que no podemos pasar la noche afuera”. Así lo escribió Carmelo G.; de 25 años de edad, quien escribió al correo electrónico 2cuaimas1bicho@diariolareg

ion.net solicitando algunos consejitos de parte de este trío.

Anaconda

¿Y quién dijo que las veladas románticas sólo pueden tener lugar en la noche? No niño, si realmente quieres sorprenderla, llévala a almorzar su comida favorita, y luego te desvías un poco del camino; bien sea a tu hogar o a un hotel.

Si vives solo, puedes ponerte creativo; comprar pétalos de rosas y formar una especie de caminito que guíe a la habitación, donde podrás colocar algunas velitas aromáticas. Acompaña la escena con un par de copas y la bebida que más disfruten. En cambio, si tienes que ir a un hotel, procura hacer la reservación para que no tengan que estar rebotando de uno a otro.

Sea cual sea el escenario, debes echar mano de los jugueticos que una y otra vez hemos mencionado; así como cremas y lubricantes que harán de esa tarde, algo fenomenal; tanto, que tu cuaima sólo soñará con que cada año llegue el Día de los Enamorados.

Recuerda ofrecer variedad. Si eres de esos que va directo a la acción, esta vez dedícate a dilatar ese momento; ármate con aceites comestibles que rociarás por el cuerpo de tu amada; con quien fuiste a pasar un rato agradable, y no a salir del paso de un compromiso impuesto por la sociedad.

Siempre son las mujeres las que procuran este tipo de veladas especiales, así que marca la diferencia y demuestra que puedes ser detallista sin perder tu lado salvaje que pondrás de manifiesto en la cama. No se te ocurra ser uno de esos “diferentes” que no celebran “un día comercial” o esperan que llegue el 15 para comprarle una rosa a su chica, porque eso en mi pueblo lo llaman ser pichirre.


Boa Constrictor

Carmelo, para celebrar el Día de los Enamorados puedes hacer mil y un cosas, tienes que ponerte creativo. Los detalles son imprescindibles en este día, que por más que muchos digan que es comercial y que para demostrarse su amor no hay un sólo día es necesario pasarlo con ese ser que amas.

Pueden comenzar pasando la tarde en lugar al aire libre, Galipán o el Parque Nacional El Ávila son buena opción, e ir preparando los ánimos para el romance que acompaña a la noche.

La tranquilidad de la naturaleza crea el ambiente perfecto para compenetrarte con tu cuaima mientras disfrutan de un picnic lejos de los ruidos y el afán de la ciudad o una cena romántica en algún restaurante a la luz de las velas.

Lo bueno de un picnic es que el techo será el cielo y las paredes serán las montañas, como dice un slogan de un reconocido restaurante ubicado en Galipán. Puedes comenzar con una botella de champaña o un buen vino, un brindis en el que celebrarán su relación y la fortuna de haberse conocido.
Luego vendrá la hora de deleitarse con los pasapalos que más les gusten, desde jamones o quesos, hasta mariscos y frutas afrodisíacas que vayan encendiendo la pasión.

Aunque el sonido de la naturaleza puede ser suficiente para cultivar sentimientos y sensaciones, podrías acompañar el momento con música que, creando un ambiente místico e inolvidable.

El ocaso es el escenario perfecto para que empiece a surgir el deseo. Coincido con mi colega cuaima Anaconda, que dejes la tacañería a un lado y seas espléndido con tu novia para que jamás olvide los pequeños detalles de su primer festín juntos.

Bicho

Demasiada cursilería para mi gusto. Ya mis compañeras “Anaconda” y “Boa” se espepitaron en consejos empalagosos para disfrutar este Día de San Valentín.

Soy de los que se inclina más por una buena cena o un viaje de fin de semana en la playa o la montaña, que por un ramo de rosas con globitos de Garfield y la infaltable y siempre pavosa tarjeta de corazones con la trillada frase: “Feliz día de los enamorados”.

Lo ideal sería alquilar una cabañita en la Colonia Tovar o una habitación en una de las posadas de Choroní o Cuyagua y disfrutar del fin de semana justos; pero en tu caso tendrás que conformarte con una salidita tipo matiné, por aquello del permiso de tu novia para dormir fuera de casa.

El que no puedan pasar la noche juntos no significa que tendrán que privarse de tener sexo el día de hoy. Los Altos Mirandinos está colmado de excelentes hoteles en los que podrían pasar la tarde e incluso almorzar o cenar en la comodidad de la habitación y así no perder tiempo. El problema es que si no hiciste reservación con anticipación, difícilmente encontrarás habitaciones disponibles.