Bievenidos a 2 Cuaimas y 1 Bicho, espacio que no pretende darle solución mágica a los males que surgen en la cama, pero sí arrojar luces sobre un tema que pocos hablan, pero todos conocen.

martes, 2 de marzo de 2010

Sexo electrónico ¿Conducta normal o desviada?

Recién bañada, perfumada y lista para la acción, Rosa Aura despacha a su amiga, porque va a tener una cita con un “tipo espectacular”. Curiosamente cuando despide a Natasha, quien la espera en el ascensor, la otra le responde con un beso en el aire y cierra la puerta.

Confundida, la joven baja, y al llegar al estacionamiento y esperar cinco minutos, decide llamar por celular a Aura. “Chama vas a aprovechar la cola o no”, a la que la otra le responde: “la cita es por Internet. Ya se conectó” y colgó sin despedirse.

Con la duda en la cabeza quedó Natasha Jiménez, quien no sabe si la conducta de su amiga es “normal o desviada. Uno escucha cuentos de Internet, pero pensé que era para gente mayor y solitaria. La verdad es que tengo cierta inquietud sobre el sexo electrónico”, escribió la joven de 26 años, residente de la capital de la República al correo 2cuaimas1bicho@diariolaregion.net

Anaconda

Mujeres de la nueva era. Queremos dárnoslas de malotas, pero en el fondo siempre estamos en busca de una historia de amor, aunque sea digital, por lo que más de una sucumbe a un “hola preciosa” de un desconocido, que osa interrumpir cuando chateamos con alguna amiga.

Con una sonrisita en el rostro, comienza la ronda de preguntas y respuestas, que probablemente culminará con la interrogante más esperada por ambos: ¿Tienes cámara? El resto viene solito. No has pensado si estás chateando con un niño de 12 años que está haciendo de las suyas con sus amigos, cuando ya te estás peinando y perfumando (como si fuera a olerte).

Con el corazón latiendo a mil por segundo, vez por primera vez el rostro de tu príncipe digital, con quien empiezas a intercambiar palabras que probablemente culminarán en algunas prendas de ropa afuera, y cuando te descubres, ambos están semidesnudos, cada cual tocándose por su lado, y gozando de ver a un extraño.

Básicamente tras el encuentro inconcluso probablemente quedes con ganas de tener sexo, y sola en tu habitación (como cuando te conectaste), tal vez termines masturbándote o con un “ratón moral” por haber mostrado tu intimidad a un desconocido, dedicado a cazar incautas cada noche. Ahora, si la “cita” es con tu novio, esto podría ofrecerle un giro novedoso a la relación, sobretodo si está de viaje por circunstancias laborales o académicas.

No obstante, y por mucho que trabajen para que la computadora emule todas las funciones del humano, nunca le podrás dar un cálido y húmedo beso, ni susurrarle al oído cuánto te gusta que te acaricien suavemente. Así que más que calificarlo de “normal o desviado”, evaluaría qué necesidad hay de intentar sustituir algo tan sabroso como un encuentro candente, un roce ocasional y una frase romántica por una relación fría con una cajita que fue creada para sacar cuentas y redactar documentos, frente a la cual muchos terminan retorciéndose, sin “llegar” a ningún lado.

Boa Constrictor

¿Sexo electrónico? ¿Amor virtual? No señor, eso no va conmigo. Las nuevas tecnologías no podrán nunca reemplazar dos cosas básicas un buen libro y la relación carnal.

Con medida, no hay nada malo, quien lo practica tiene que renunciar a algunos de los actos más característicos de las prácticas sexuales, como son las caricias mutuas o el coito. A cambio, se potencian mucho más otros hechos como la masturbación o el diálogo excitante.

La escena es bien común en nuestros días... un computador, una Web Cam, micrófono, audífono y al otro lado la persona que nos gusta, que nos mueve los impulsos más básicos, que habla buscando subir la temperatura de la conversación

Aunque las estadísticas muestran que 6 de cada 10 hombres y 4 de cada 10 mujeres tienen una experiencia sexual en línea.

La tendencia de las personas tímidas y retraídas a sentirse deseados y visualmente atractivos, permitiéndose una desinhibición a sus pudores cuando están frente a una cámara web. Si les gusta bien, cada quien es dueño de vivir y hacer de su sexualidad lo que quiera, en el particular no es de mi agrado, prefiero una caricia y una batalla “cuerpo a cuerpo”.

Lo único que no deben olvidar es que “cuiama que se respeta no deja que bicho se le rebele, aunque sea on line”


Bicho
Sería contradictorio de mi parte descalificar el cibersexo, cuando en otras oportunidades he repetido que el secreto para lograr tener buenas relaciones de pareja es el morbo. Y es justamente de éste que se alimenta el sexo a través de internet.

Se trata de un tema álgido, pues aunque la gran mayoría -tal como lo cita Cuaima 2- lo ha práctica en algún momento, lo niega como si se tratara de un pecado capital.

Para comenzar tenemos que tener claro que, según el investigador mexicano Edgar Gómez Cruz en su libro: Cibersexo ¿La última frontera del eros?, existen 4 distintos tipos de interacción sexual a través de la red. Estoy seguro que tú haz practicado alguno de estos, así que dejate de cuentos.

El primero es el más popular. Cruz lo llama cibersexo “real”. Se da cuando dos personas, en un espacio interactivo mediado por computadores, comienzan a desarrollar una situación sexual que los involucra a ambos. Las plataformas típicas para este tipo de interacción son salas de chat, con la típica cámara web.

Cibersexo "fantasioso": Usa las mismas plataformas que la versión anterior, pero en vez de detallar las acciones de cada participante se centra en una descripción fantasiosa de un posible encuentro (más teórico que práctico). Un ejemplo es inventar el lugar donde se lleva a cabo la relación sexual.

Grafiquemoslo en un testimonio: “Yo le proponía acompañarme a uno de esos “escenarios” imaginarios que yo ideaba y a los que daba vida a través de las palabras: una playa escondida, un chalet en la Colonia Tovar, un jacuzzi en una suite de lujo, una terraza con piscina y regadera al aire libre. Ahí ocurrían nuestros encuentros furtivos y amorosos”.

Le sigue el cibersexo “teleoperado”: Una persona, desde la distancia cibernética, "guía" a otras dos (o más) sobre qué hacer y cómo hacerlo. Este tipo de relación sexual -según Cruz- se da en algunas parejas que quieren sentir ser “swingers” (personas que intercambian parejas) sin que exista algún problema con enfermedades o desconocidos, o como una forma de estimulación externa.

Y finalmente el más practicado: Cibersexo “como recepción de contenidos multimedia”. Este considera también, como experiencia sexual, el simple uso individual de mensajes y contenidos multimedia, foticos enviadas desde el celular. Entonces, sinceremonos: lo haz practicado si o no.

¿Qué dice el experto?

Existen otros factores de mayor gravedad para catalogar la conducta de tu amiga como desviada, sin embargo cada día son más las personas que mantienen relaciones amorosas por internet; ya que estas relaciones a través del Internet suelen generar las mismas clases de pensamientos y emociones que cualquier otra relación, de las cuales surgen secretos, fantasías, entusiasmo, frustraciones, negación, nacionalización, idealización entre otros.

La conducta de tu amiga Rosaura se debe a que ella encuentra mayor satisfacción entablando una relación por internet ya que las personas se desinhiben y escriben las cosas que piensan y sienten, de igual manera tu amiga debe tener precaución ya que el hecho de no conocer a la persona se presta para muchos engaños.

Yijhan López Zambrano
Psicólogo Clínico.
telf: 04141172875.
Clínica Guaicaipuro

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