Bievenidos a 2 Cuaimas y 1 Bicho, espacio que no pretende darle solución mágica a los males que surgen en la cama, pero sí arrojar luces sobre un tema que pocos hablan, pero todos conocen.

domingo, 7 de marzo de 2010

“Todos saben que salí del closet menos mi familia y no sé cómo afrontarlos”



“Sé que soy gay desde los 15 años, cuando tuve mi primer encuentro sexual con un hombre. En adelante he tenido mis novios, antes escondidos, pero ahora más abiertamente. Pese a que mi círculo de amig@s ya lo sabe, en mi familia no he dado la cara; y aunque mi madre comienza a sospechar, no he tenido el valor de afrontarla, y ya la situación es insostenible”.

Así lo escribió al correo electrónico
2cuaimas1bicho@diariolaregion.net, quien pidió que sólo lo identificáramos como Alfredo, de 25 años de edad, a propósito de que lo aconsejemos sobre cómo afrontar a su familia.

Anaconda

Como dicen por allí “familia es familia y lo de más es cariño”, así que si has dado el paso con tus amistades, no veo por qué no se lo dices a tus padres y hermanos, más si, por lo que escribiste, ya te han lanzado puntas por tu condición homosexual. Lo primero que debes hacer es reconocerte y darte tu puesto, ya que no eres ningún bicho raro, eres un hombre más que trabaja, come, camina y respira, solo que tienes otras preferencias sexuales. Mientras hay personas que disfrutan cuando les pegan en la cama; a ti te gusta compartir con el mismo género. Punto. Supongo que es difícil decir en medio de la cena, “pásame la sal, por cierto, me gustan los hombres”, pero aprovecha cuando tu mamá saque el tema y dile, delicadamente, que sientes atracción por otros hombres, que no tiene nada que ver con ella ni la formación que te dio; simplemente es tu decisión y pides que se te respete. La figura más difícil, será la de tu padre, pues siempre tienen la ilusión de que sus hijos sean los más machos de todos. Sin embargo, las reacciones podrían ser diferentes. A lo mejor quedan en shock y tardan en digerir la noticia; tal vez te dirán que te respetan, pero no les gustaría que llevaras a tu novio al hogar; o simplemente te digan “ya lo sabíamos” y esperaban que lo confirmaras. Ármate de valor y deja de llevar una vida que no puedes gozar a plenitud por el miedo de qué piensa el resto de tu entorno. Tarde o temprano algún comentario mal intencionado llegará a sus oídos, así que adelántate a los chismosos que abundan en esta sociedad y tal vez te vaya mejor de lo que piensas, total, cada día es más común ver en el Facebook fotos de hombres que se casan y celebran en público su amor; así como cada día mujeres deciden emprender una vida juntas tras intentos frustrados de ocultar lo que verdaderamente les gusta. Quítate la camisa de fuerza y sentirás un gran alivio.


Boa Constrictor

Puedo hacer un recuento de la cantidad de hombres que en este momento están pasando por lo mismo que tú, y es que cada día aumenta el número de bichos homosexuales que por temor al qué dirán y por el miedo al rechazo no se atreven. Debes considerar varias interrogantes: ¿De veras quiero salir del clóset o lo estoy pensando porque mis amigos o mi novio me presionan? ¿Si me llegarán a correr de mi casa tengo donde llegar y donde trabajar? ¿La situación en la familia es buena y no hay otros problemas graves? ¿Estoy dispuesto a ser paciente y esperar a que ellos asimilen la noticia? ¿Estás seguro que no saben o te conocen amigos gays y te la saben pero no quieren que se los digas? Debes salir del closet sólo cuando estés decidido porque tú ves que vas a ganar más de lo que vas a perder y sobre todo, cuando estés convencido que no eres un monstruo ni un enfermo, sino sólo un ser humano homosexual. Lee y dales antes algunas lecturas como "Papá, mamá, soy gay", llévales videos que presenten imágenes de homosexuales felices. Considera que si tú tardaste tantos años en decírselos porque te fue difícil aceptarlo, para ellos va a ser más difícil así que no esperes que te hagan fiesta, pero tampoco aceptes humillaciones. Tus seres queridos van a pasar por un duelo que supone: Primero el shock y la negación. Va a ser un golpe para ellos, a lo mejor el primer día ni dicen nada, pero luego se pueden enojar, preguntarte más cosas. Debes tener claro que tu homosexualidad no es culpa de nadie. Es un hecho y ya. Sólo ayúdales a ver que tu te aceptas y vas a ser feliz siendo así. Es mucho mejor si se enojan y te gritan, que si se quedan callados, así que, si eso pasa, van por buen camino, porque también querrán oír.


Bicho


Como dice la canción de Willie Colón: “no se puede corregir a la naturaleza, árbol que nace doblao jamas su tronco endereza”; dilatar el “momento de la verdad” no cambiará tu realidad, sin embargo, tal como lo aconsejan los especialistas, tienes que estar 100% seguro de tu orientación sexual ante de dar ese paso. Decir: “papá, mamá soy gay”, sólo por presión de tus amigos y sin estar completamente convencido no es lo más sano; tu confusión generará confusión en tus padres haciendo aún más difícil para todos el momento. Igualmente los expertos recomiendan que te sientas cómodo con tu identidad homosexual. Si estas lidiando con depresión o con sentimientos de culpa, es mejor que esperes para hablar con tus padres. Salir del closet requiere una tremenda energía de tu parte; y requerirá una autoestima propia positiva. Mi consejo es que, si estas seguro y cómodo con lo que eres, no le des más largas al asunto y te sientes a conversarlo con tus padres sin darle mayor importancia de la que tiene. Sé directo y preciso, no entres en detalles, recuerda que la “noticia” marcará sus vidas.

Habla el experto

Los especialistas consideran que la ayuda psicológica para tratar este tipo de situaciones puede ser muy útil, pero hay que dejar en claro que no es porque el individuo se encuentre enfermo, sino en razón de que puede necesitar una voz autorizada que le haga comprender que ser gay no es ni bueno ni malo, y que todo el mundo tiene el derecho de ser y sentir como más le agrade. Así lo considera el terapeuta de Anodis, quien establece que la labor de los profesionales es determinante para que el paciente deje de pensar que es un monstruo y está solo en el mundo. “El especialista le ayuda a comprender que lo que le sucede es normal, y para ello le da información que le hará reflexionar. Por ejemplo, le explica que 95% de las personas han tenido fantasías homosexuales en algún momento de su vida, o que gran parte de la población ha tenido relaciones con individuos de su mismo sexo, aunque no se consideren gays”. Con este tipo de datos y mucho trabajo, dice el entrevistado, es posible normalizar la situación y recuperar la tranquilidad, al tiempo que se reducen ansiedad y angustia. Esto es básico para que la persona empiece a socializar.

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