“Estoy comenzando a salir con una nueva pareja, pero las veces que hemos tenido relaciones sexuales ella es totalmente diferente en cada encuentro. Primero quiere que la penetre rápido y le dé con fuerza y al siguiente día es todo lo contrario”. Así lo planteó Danilo Benavides, de 23 años de edad, a nuestro correo electrónico 2cuaimas1bicho@diariolaregion.net, pidiendo que lo aconsejemos a cómo entender a su nueva cuaima a la hora de satisfacerla en la cama.
Anaconda
Probablemenbte tú tengas una comida favorita; tal vez seas fan número uno del pollo, sin embargo, un día vas a querer comer carne roja, otro pescado y otro pizza. Con esto lo que te quiero decir es que no siempre vas a ofrecer el mismo menú en la cama, porque vas a terminar aburriendo a la cuaima.
En la intimidad no hay fórmulas mágicas; un día podemos estar fogosas con deseos de sexo animal; y otro más bien queremos que nos mimen y nos digan cositas lindas al oído; así que tienes que aprender a conocer el estado de ánimo de tu chica, y captar las sutiles señales que estratégicamente las cuaimas solemos enviar.
Si ella quiere una movida rápida, ella te desvestirá y la notarás agitada; con ese fuego en la mirada (cara de pervertida básicamente); y otra la verás más pasiva y te guiará con las manos; pues un porcentaje significativo de las caricias femeninas hacia los bichos están fríamente calculadas, a propósito de enviarles señales de cómo queremos ser tratadas.
Siendo una nueva novia, siempre habrá torpezas porque no se conocen muy bien en ese plano; lo importante es que estás buscando soluciones; por lo que poco a poco irás notando los cambios, y ella también, quien te aseguró lo sabrá agradecer.
En caso de emergencia, pregúntale sutil y directamente qué es lo que desea. De hecho, esas peticiones pueden ser utilizadas en ese juego previo a la penetración.
Boa Constrictor
Cada semana se los digo, voy a tener que ponerlos a hacer caligrafías como a los niños de colegio, en “el sexo la comunicación es lo más importante”.
Debes hablar con tu nueva cuaima y preguntarle el por qué de sus peticiones, y así aprenderás que es lo que le gusta y la razón que le apetezca rápido o débil.
Quizás hay días que está más sensible y le duele, en ese caso no es culpa tuya, si le duele podría ser que ella se pusiese nerviosa a la hora de tener relaciones, y cierra un poco su vagina desde dentro (cosa que es posible).
Puede que no estés haciendo el movimiento correctamente, no es sólo la cintura lo que debe moverse, es toda la columna vertebral, porque puede ser que tus movimientos no van acorde al grado de excitación que tiene tu cuaima en ese momento.
El sexo no es igual con todas las cuaimas, porque sentimos diferente y hasta requerimos otras acciones para llegar al punto máximo de placer.
Bicho
Danilo no pierdas tu tiempo tratando de entenderla, ni ellas mismas -las cuaimas- saben lo que quieren. En este caso, en el que desconoces a que ritmo menearte, debes simple y llanamente prestar atención; ni se te ocurra preguntar, sino quieres ser calificado -posteriormente por ella y sus amigas- como inexperto o corta nota.
La tarea es simple, tras el juego previo y ya en plena acción prueba con que intensidad de tus movimientos ella disfruta más, qué cómo lo averiguas, simple: presta atención a su respiración, mirada y movimientos; notaras como cambia cuando tu meneo le gusta.
Por tu bien, debes alternar con ella el control de la situación, es decir, un rato el ritmo lo llevas tu y otro tanto la cuaima. De ésta manera recargas energías y ganas tiempo para planificar tu próxima acción.
Recuerda y repite siempre como buen bicho: no debemos confiar en lo que ellas nos digan pos meneo, pues si nuestro desempeño no fue el que ellas esperaban tienden a mentir para no hacernos sentir mal, pero correrán o enviaran un pin inmediatamente a sus amigas para echarles el cuento completico, porque como siempre digo: les encanta sufrir.
Experto
Los expertos orientales, que de esto dan cátedra, sostienen que la primera claridad en el tema es saber que los ritmos y las formas deben ser alternados. “El hombre debe alternar de forma variada y discontinua las diferentes formas de penetración, es decir, tanto las superficiales como las profundas”, dice el Kamasutra.
¿Para qué?, se preguntará, si el clítoris y el Punto G están donde están y para un hombre la tracción sobre su pene le provoca placer y llega al orgasmo sin tanto trámite. Bueno, eso no es falso, pero el acto sexual no es un acto mecánico, tiene su ciencia y para encontrarla, hay que jugar, innovar y siempre buscar nuevas maneras de llegar al placer.
El Kamasutra habla por ejemplo de empezar con nueve penetraciones superficiales y una profunda para que la mujer empiece a sentir “cierto grado de placer”. En la medida que se hace, lentamente el hombre se adaptará a estas formas en función de su pareja y de su propio placer. Cambiará el ángulo de la penetración y el ritmo de las mismas según como lo vaya experimentando.
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