“De un tiempo para acá mi mamá -divorciada-, que antes se las pasaba en mono por la casa y hasta para ir a hacer mercado, se está arreglando mucho, hasta decidió operarse las lolas, y ahora se la pasa en pantalones ajustados, camiseticas y el cabello cepillado. En principio creía que era una crisis de los 40 que llaman, pero luego descubrí que le está pistoneando a mi mejor amigo, quien tiene la misma edad que yo: 19”.
Así lo relató a través de un correo electrónico a 2cuaimas1bicho@diariolaregion.net Juan P., de Carrizal, quien no sabe lidiar con la situación que cataloga como “insólita e incómoda” y pide encarecidamente consejos al respecto.
Anaconda
Súbitamente me inundó la cabeza la canción “40 y 20”, y es que según lo que cuentas, tú mamá dobla en edad a tu amigo, quien pudiera ser su hijo, pero no lo es, así que está aprovechando del placer que da despertar pasiones en personas de todas las edades.
Tras un divorcio y tener que criarte sola, tu progenitora cayó en el error de dedicarse exclusivamente a ti, relegándose ella, llegando a descuidar al extremo su experiencia personal (ojo, obviamente hay que darle todo el amor y cuidado a un hijo, pero eso no significa que te vas a dejar engordar 20 kilos, permitir que la raíz del cabello te llegue a la mitad de la cabeza y que los monos de diferentes colores se conviertan en tu vestuario cotidiano y de fiesta). Sin embargo, ya tú eres mayor de edad y ella decidió retomar las riendas de su vida .
Dejó de esconder su figura y los ojos indiscretos de tu amigo se habrán desviado una que otra vez hacia ella, pues si es tu pana del alma, se la pasará en tu casa, y por tanto el cambio de tu madre no ha pasado inadvertido; y ella a su vez ha visto el cambio del jovencito, y le ha gustado sentirse deseada después de tanto tiempo siendo el patito feo.
No te mortifiques porque probablemente no pase de un coqueteo; pero prepárate, porque en adelante le lloverán los hombres a tú mamá, incluyendo los maduritos que están pendiente de algo más que un pícaro intercambio de miradas.
Boa Constrictor
Como diría Ricardo Arjona en su famosa canción “Señora de las cuatro décadas”, tu mamá es “la amalgama perfecta entre experiencia y juventud” y eso lo sabe muy bien tu amigo. No entiendo cuál es la preocupación, excepto que tu pana sea un “zagaleton” que lo que quiera es aprovecharse de tu mamá.
Me parece perfecto que ahora ella quiera cuidarse un poco más y dedicarse tiempo a ella, pues ya tú estás bien grandecito y no debe preocuparse por tu educación ni hacerte comida y lavarte la ropa. Déjala que disfrute, no sabes si a lo mejor tu amigo le despierte ese amor y esa pasión que quedó atrás y abandonó para criarte.
Juan P. siéntete orgulloso de tener una madre, que aún levanta suspiros, porque deja ver que no es descuidada y aún está en la flor de la vida “los nuevos 30”, donde su madurez la hará sentir mejor y disfrutar.
Recuerda que tú te casarás y te irás a formar tu familia, así que vete acostumbrando a que tu mamá tenga una pareja con quien envejecer, sea tu amigo o algún otro bicho.
Bicho
Juan P. nunca te llegó a gustar, cuando estabas más chamo y aun en el colegio, la madre de algún compañero y de ahí el interés en ir cada día a la casa de tu “amigo”. Creo que es justo lo que le está pasando a tu pana, con un ingrediente extra: que tu madre se dio cuenta y le gustó la cosa.
No tienes por qué alarmarte ni reclamarle a tu amigo, lo más probable es que la situación no pase de un coqueteo que ayude a subirle el ánimo a tu madre, quien por cierto tiene tanto derecho de disfrutar de su sexualidad como la chica con la que tu estás saliendo. Sí, es cierto, no debe ser fácil ver a la madre de uno coqueteándole a un pana, pero lo más sano es tomarse las cosas con calma y dejar que sea el tiempo el que decida.
Al final, lo que si es seguro es que tu mejor amigo por un tiempo dejará de serlo, pero si todo funciona y a “ellos” les va bien, en algún momento el volverá a verte como un buen amigo, obvio que las noches de rumba buscando chicas, al menos con él terminaron para siempre.
Expert@
La explicación de David M. Buss a este comportamiento es que las mujeres maduras “no suelen atraer la atención de los hombres de posición elevada”. En consecuencia, ellas se dirigen a hombres más jóvenes . Eso sí, según este experto las que tienen mucho dinero buscan hombres igual o más millonarios que ellas.
Quienes defienden los argumentos a favor de salir con un hombre menor, señalan que la independencia económica de muchas mujeres contribuye a que éstas puedan elegir la pareja que deseen. Otras, declaran que los prefieren más jóvenes porque así es más fácil encontrar a alguien sin compromisos. A su vez, ellos se sienten atraídos por la madurez y seguridad que proyectan estas mujeres.
Estudios recientes señalan que en tan sólo el 15% de las parejas formales españolas la mujer es mayor que el hombre. Pero algo está cambiando en Occidente, de hecho una encuesta estadounidense revela que en EE.UU. una de cada tres solteras de entre 40 y 69 años se cita con hombres menores que ellas.
Las mujeres a partir de los 35 años empiezan a estar en la plenitud de la sexualidad. Una mujer en esta edad se conoce más a sí misma, ya sabe qué cosas le gustan y qué no, tiene una mayor sensibilidad integral de su cuerpo, de sus emociones y tiene más claro qué es lo que desea en la vida. Por otro lado, los muchachos alrededor de sus veinte y treinta años están en su apogeo sexual. La sexualidad en los hombres y las mujeres es diferente.
David M. Buss
Viridiana Mirón
Sexólogos
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