“A mi amiga y a mí nos gusta el mismo chico”

“Hace 22 años que Nancy y yo somos las mejores amigas de la vida, y coincidimos en tantas cosas que ahora nos encanta el mismo chamo, y no sé cómo actuar; si ignorar la química entre él y yo; hablar con ella y hacer un pacto o seguir adelante como si se tratara de cualquier sujeto de la vida”. Así lo escribió al correo electrónico 2cuaimas1bicho@diariolaregion.net Mary P., de 30 años, quien desea obtener la mejor respuesta para actuar al terminar de leer la página.

Anaconda 

La telenovela mexicana “Amigas y Rivales” fue la primera referencia que me vino a la mente al leer tu mail, en el cual hay una preocupación innecesaria, porque, si de verdad se trata de tu mejor amiga y el tipo te encanta tantísimo, no sé qué haces escribiéndonos a nosotros en vez de salir con el sujeto en cuestión para conocerlo un poco más y obtengas la verdadera respuesta que buscas.

Dicen por allí que la confianza da asco, así que conversa con Nancy sobre lo que ocurre, lo cual no debe ignorar si dices que llevan tanto tiempo conociéndose. No se trata de que se enfrenten a duelo, sino de que pongan las cartas sobre la mesa, pues finalmente ninguna de ustedes tiene poder de decisión sobre el bicho, que será quien diga si le gusta la morena o la catira (o ambas).

Evalúa cuánto le gusta a cada una ese espécimen, pues no valdrá la pena enemistarte con Nancy para luego descubrir que el príncipe eructa en público, habla más que un radio encendido y no sabe lo que es pronunciar una oración sin incorporar 10 groserías por minuto.

Finalmente, chequea la química. Si “pistonea” con las dos, quiere decir que mañana probablemente esté buscando a otra incauta para darle variedad a su ring; así que analiza por quién pondrías en riesgo una amistad, porque los machos  pasan, pero las verdaderas amigas quedan (así sea para destrozar vía messenger al mala conducta de turno que te rompió el corazón). 

Boa Constrictor

Me hiciste recordar un episodio de mi adolescencia, donde me ocurrió algo similar. El resultado, mi amiga y yo ahora somos comadres, seguimos contándonos las penas y el bicho en cuestión está casadísimo con otra. Gracias a dios, porque era un verdadero “perro” (con el perdón de los caninos).

En tu caso apelaría el principio masculino y diría algo como “los hombres de mis amigas son como mujeres para mi”, y ahí no cabe duda alguna que ni debes pensar en salir con el bicho si ya otra cuaima le puso el ojo, y mucho más si es tu amiga como nos dices.

Lo primordial es que si son tan amigas deban hablar y contarse que a ambas le gusta el mismo espécimen, y ver a cual de las do le gusta más y decidan quién será la incauta que se gozará el bichito.

Ahí se las dejo. Claro si piensan que eso dañará la amistad creo que es mejor que dejen pasar a esta víctima y esperen cada una uno nuevo que no tengan que disputarse.

Bicho

Dejen el show que no hay tarima. El hecho de que sean amigas, no implica que el pana pueda degustar esos ricos bombonsitos de una sola mordida. Simple: el pana busca en una lo que la otra no le da. Tal vez vio en esa “amiga” mayor compresión porque la otra debe ser una cuaima insoportable. 

Me van a decir que a esas amigas, no se les ha ocurrido jugar en esa misma camita?. Además ubíquense la amistad verdadera no existe y mucho menos cuando se trata de la disputa de un hombre que según dicen mis amigas cuaimas están escasos. 

Dejense llevar y disfruten  el momento. Ofrezcanle su mejor show y que él sea el que decida quién de ustedes se mueve mejor en la cama, quién de ustedes le resulta más atractiva y le da más nota porque eso es como la calidad del servicio, la última palabra la tiene el cliente. 

Expert@

La psicóloga Tamara Riquelme explica que uno de los conflictos entre las mujeres se da entre dos amigas debido a que, "ellas, al estar tanto tiempo juntas, comparten la idea de una amistad para siempre, coinciden en valores, ideales de vida y sentimientos comunes. Además, coinciden en vestuario, maquillaje, etcétera. Así, por toda esa afinidad, se enamoran del mismo hombre".

La profesional argumenta que es muy común que una mujer se fije en el novio de su mejor amiga, ya que lo puede encontrar atractivo y acorde a lo que ella está buscando, por el hecho de compartir los mismos gustos que su 'partner'. El problema está cuando se intenta obtener a ese hombre y se pasa del plano de la fantasía al de la realidad.

"Lo que aquí sucede es que pasamos a la arista de la competencia. Ya no es desear un mismo objeto, es competir y obtenerlo para ser mejor que la otra. Entonces, lo que ocurre en este tipo de relación es que se pasa de un vínculo de amistad a una relación destructiva", aclara.

La especialista argumenta que esto se da con el tiempo, porque no es que de un día para otro una mujer comience a manifestar un comportamiento de querer para ella el hombre de otra mujer.

"El gran síntoma aparece cuando se vuelve algo repetitivo, y ya no es la pareja de la amiga, sino que la de la hermana o de cualquier otra mujer que tenga relación con ella. Ahí la situación es más crónica", explica.

Enfatiza que, "si lo vemos del lado de la personalidad, estas son personalidades que tienen tendencia a ser más seductoras, por ejemplo. Necesitan constantemente ser reconocidas en todos los planos, donde el concepto de competencia es más central".