Bievenidos a 2 Cuaimas y 1 Bicho, espacio que no pretende darle solución mágica a los males que surgen en la cama, pero sí arrojar luces sobre un tema que pocos hablan, pero todos conocen.

viernes, 10 de junio de 2011

“He llegado al punto de tener que elegir entre el alcohol y una pareja estable”

“Tras un divorcio que me dejó bastante mal, retomé la salidas nocturnas con mis amigas y quería ahogar mis penas en el alcohol; tanto que terminé yo agarrándole el gusto a la bebida que me hace comportarme muy alocada en algunas ocasiones. Ahora apareció otro hombre en mi vida que se vislumbra como el tipo que se ajusta a mis necesidades, sólo que por su religión no bebe y eso me pone en conflicto, pues quiero seguir pasándola bien ¿Qué debo hacer en este caso? Así lo escribió al correo electrónico 2cuaimas1bicho@diariolaregion.net Neira P., de  36 años quien desea conjugar copa y noviazgo sin estragos.


Anaconda

En primer lugar te voy a bautizar como “Chapita”, porque eso de que te pones “alocada” se traduce en que eres la típica mala copa que termina bebiéndose hasta el agua de los floreros, tropezando con mesas y personas, e incluso besuqueándote con el mesonero que te tendió la mano cuando se te dobló el tacón. En conclusión, tu quieres seguir probando de la variedad de bichos que el mundo ofrece; así que una relación seria no es lo que te sienta bien en este momento de tu vida.


La actitud es totalmente normal, pues cada vez que uno termina un cuento con un príncipe que se convirtió en sapo, quiere disfrutar de las mieles de la soltería, así que no te involucres sentimentalmente con este chico, pues a todas luces van a chocar constantemente, porque tú andas con la rumba en la cabeza y él está en la onda de la religión.


Estar sola está perfecto, así que deja el show de querer atar a este hombre que se te cruzó porque te parece que es perfecto (al principio todos lucen así, así que no te vayas de bruces).  Yo creo que el asuntico de la Boda Real tiene a todas las mujeres como locas buscando su príncipe, pero el último cupo ya se agotó, así que confórmate con saber que te encontrarás a un bicho pana que te consentirá y te hará sentir las mismas maripositas que Guillermo a Kate.


Boa constrictor

Mi querida amiga. No tiene nada de malo que desees divertirte luego de una separación, creo que es normal. Eso de que dejé  de beber para “atar” a un bicho tan aburrido que ni bebe y seguramente por su religión ni se va de fiesta. Yo siendo tú, corro antes que se ponga intensa la cosa.


Lo que me preocupa es los efectos del alcohol sobre ti. Eso de que hagas cuanto show exista pasada de tragos no es nada bueno, a menos que tus amigas sean iguales que tú.


Mosca cuando tomes vino, pues está científicamente comprobado que afecta la musculatura de los miembros inferiores (es decir, las piernas) tanto así que algunas lo llaman “afloja piernas” y se han encontrado la mañana siguiente en la cama de algún desconocido.


Bicho

Que intentes, siendo una cuaima “alegre”, de esas que inicia la rumbita de los viernes con una “friítas” y la termina -junto a sus amigas- bebiendo Don Julian como si fuera agua, una relación con un bicho que no baila pegao, más allá de resultar en una evidente pérdida de tiempo, es un chiste.  


¿A quién quieres engañar Neira?, si de seguro eres la típica organizadora de la “vaca” para comprar la caña; tienes la guantera del carro llena de quemaditos de regueton y cuando te emparrandas te bebes hasta el agua de los floreros. 


Lo tuyo es un bicho nocturno, de esos que cuando están cortos de dinero, como para meterse en un local nocturno, se compran una botella de ron -la más barata-, dos litros de Cola Cola, le roban un par de limones a la mamá y se instalan en la recta de Las Minas -cuando la policía no está Popy- o en La Fragua a beber con los panas. 


Si el chamo te gusta, es decir, te da nota como para un meneo sin compromiso, adelante, échale pierna, eso sí, sin aspirar anillito de compromiso, pues estoy segurísimo que cuando el pana, que no bebe -cosa aplaudible- te vea “entonada” te dejará el pelero. 

 

Expert@

Estar soltera a los 35 ya no es visto como “pobrecita, la niña se quedó solterona”. Hay muchas ventajas en estar sola y sin un compromiso firmado:

1.No hay calzoncillos que lavar, ni bordes de excusados que secar. Las uñas se mantienen más tiempo largas y hermosas.


2.No hay que dar explicaciones a nadie sobre la demora de la reunión en la que te hallas.


3.No hay restricciones en cuanto a la ropa que usarás. No escucharás la insoportable pregunta “¿así vas a salir?”


4.Nadie monopolizará el control remoto de tu televisor. Y no saltarás del susto con un aullido dominical: “goooool”.


5.No tienes que cumplir con “labores de esposa” si no lo deseas. 


6.No hay que escuchar a nadie roncar, ni ver a nadie engordar.


7.Ves a los hombres ya arreglados, perfumados y afeitados.


8.Nadie te ve despeinada y con las piernas sin depilar.


9.No tienes límites de tiempo sobre el tiempo que te quedas conectada al Internet.


10.Las fechas tradicionalmente cursis te constituyen un ahorro, pues no debes comprar peluchitos ni demás sandeces. En cambio, tus pretendientes siempre intentarán conquistarte con regalitos que puedes intercambiar.


11.Y la mejor ventaja, tus amigas casadas te envidian. Y no hay mejor sensación que sentirse envidiada por otra mujer. (Tomado de www.pitonizza.com)


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